Al son de 50mil voces... (Mexicali Y su Despertar)



En estos momentos me encuentro en la sede de los tres poderes. Apenas en la mañana me había nebulizado para los bronquios que se irritan con este clima invernal-contaminado de Mexicali, y ahora me encuentro aquí, en la explanada del palacio de gobierno, mientras unos músicos se suben a las escaleras del palacio de gobierno estado, donde en estos momentos se disponen a rukanrulear, mientras las personas los observan mientras pasan.





Podemos ver que poco a poco la plaza cívica s va llenando de gente, del vendedor ambulante de elotes que va pasando, de personas que poco a poco se van reuniendo  a pesar que cae la tarde y hace más frío, y comienza a enfriar el ambiente, una tarde de invierno. La plaza cívica que hace unos días, convocó en una sola voz, a 50 mil almas, todas unidas en un solo canto.

Es el momento.
Es nuestro momento, y es nuestra plaza.


*.   *.    *







Siempre me han parecido la sede de los poderes una imagen de una distopia futurista, como sacado una novela de Ray Bradbury, ecos distantes de un mundo perdido como la Atlántida, el poderío de un gran imperio tanto legendario como destruido. Sus bellas formas curvas, ciclopeas sin ángulos, de un estilo vanguardista para su época, de colores neutros y materiales naturales.

Como reflejos de un gran imperio destruido. El mundo perdido de los ańos setenta. El bienestar social, donde otro mundo era posible, y fue posible.

Pero también la era del dinosaurio que nunca se fue, pero despertamos y siguió ahí.
Y los dinosaurios tarde que temprano, se extinguen.


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Poco a poco se van acercando más personas, mientras los músicos tanto jóvenes como viejos, van tocando un rock and roll al ritmo de rolas de Doors y Creedence, mientras la música, los elotes, los tamales del fondo, junto con la aldea de carpas, van caldeando poco a poco el ambiente, que se pone más frío.

Porque todos están reunidos porque están aquí. Porque unos cuantos se reúnen para que sean la voz de los muchos que están allá, de los muchos que llevan agua y comida, de los muchos que acuden a conocer el plantón.

Y aquí los poderes se ven como si por fin tuvieran vida. Esto es algo más allá de funcionarios tiesos que se apoderan de algo que ni con votos han conseguido. Es algo único, inédito en la historia de mexicali, la cuidad más adormecida de México, del lugar donde nunca pasa nada, y solo leemos de lo que pasa en otras partes.
Por eso es inédito este mitin, este plantón. Es el eco de un México que responde. El surgir de un torrente que llevaba años aprisionado con una piedra. El torrente del agua que quieren privatizar. El torrente de la gasolina representando la sangre de las venas abiertas que los vampiros multinacionales nos quieren quitar.



Mientras la plaza se empieza a llenar de gente que convive entre carpas y plantón al son del rock, el clima comienza a hacerme toser y recordar que debo estar en reposo, mientras el crepúsculo sale reflejado en las ruinas futuristas de un pasado que nunca fue, de una era dorada de Bienestar que se acabo. De una era que puede resurgir con fuerza, de más de cincuenta mil voces. De un mexicali una Baja California y un México que ya no tiene miedo ni nada que perder. De ese momento algún día...


Ahora es el día.
Este día.

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